La historia contada desde el punto de vista de la comunidad de Chimay.
Muchos creen que el señor Domingo Choc era un naturista cuando en realidad no lo era, se dedicaba a hacer daño a las personas por medio de la brujería.
Un señor recibió el daño por parte de Mingo y por varios meses sufrió hasta que falleció. Según cuentan los comunitarios Mingo debería de llegar a la tumba del fallecido a pedir perdón por lo que había hecho por lo cual un grupo de vecinos se organizaron para estar en el cementerio y esperar la llegada del supuesto brujo, la sorpresa de todos fue que la noche del viernes a las 12 de la noche llegó al cementerio con otro acompañante a la tumba del fallecido con el objetivo de pedir perdón, por lo cual los vecinos retuvieron a su acompañante y posteriormente a Choc y llevaron al pueblo donde lo juzgaron por lo sucedido.
Pasadas las horas los ánimos de los vecinos se fueron alterando y lo que desencadenó la quema del supuesto brujo fue que él confeso que efectivamente le había hecho daño a la persona que falleció, así mismo confesó que les había hecho daño a otras personas.
Entre el tumulto de personas se discutía fuertemente y se le dio 24 horas para irse de la comunidad, pero después de que Mingo desafió a las personas que no le podían hacer nada y las peleas de los familiares, decidieron rociarle gasolina y posteriormente prenderle fuego.
Los vecinos de Chimay lamentan que muchas personas los tildan de personas salvajes pero no saben las situaciones difíciles que estaban pasando, ver morir gente con sufrimiento, los llevó a cometer este crimen.
Están equivocadamente defendiendo a alguien que era muy malo, las personas que lo defienden son las mismas que practican todo tipo de ritos y quieren hacer creer que todo lo que hacen es bueno cuando en realidad solo hacen daño a las personas, «júzguennos pero a nadie le gustaría haber pasado lo que las familias de esta comunidad habían sufrido por culpa de esta persona».
Anónimo…